miércoles, 24 de junio de 2009

Todo da vueltas...

Como las modas, a veces mira uno hacia atrás -repasando fotos o en el mejor de los casos videos viejos- y se queda perplejo viendo aquellas fachas que estaban en su auge en aquel momento, y uno se pregunta... en que estaban pensando... o peor... en que estaba pensando.

Pues bien en nuestro amado medio de las motos no escapa al fenómeno, parece que la moda o mejor dicho la historia tiende a repetirse.

Hace unos 25 años era difícil ver motos de alta cilindrada en la calle, contadas eran esa máquinas, aquellos que erámos fiebres teníamos bajas aspiraciones, en la mayoría de los casos nos movíamos con máquinas de 125 cc, en el mejor de los casos 175 cc, uff aquellas Yamahas... la "mono" fué todo un hito, como soñaba con una de color gris perlado.

Llegar a tener una 200 cc una Honda XR era estar en el tope, ni que decir del hecho que fuera de 4 tiempos, que diferencia para el no tener que pensar o sufrir con el sobrecalentamiento o las bujías embotadas especialmente cuando nos aventurábamos a viajar a Guanacaste, tal y como nos pasaba al resto de los mortales.

Como han cambiado los tiempos, los 200 cc ya no son tan atractivos como antes, y el estilo... otra cosa, ahora requerimos de mucho más.

Nos desvivíamos por hacer carretera, con un bulto o mochila a la espalda cargada de unos cuantos atunes y algunos sobres de kool-aid, ah y que no faltaran los "caracolitos" para no pasar a punta de sodas.

Ahora no, sino esta bien equipada y sino se ve bien ya no nos sentimos "balanceados" nos falta... lo irónico del caso es que Costa Rica no se ha expandido, siguen siendo los mismos 50.660 km2 a recorrer, con mejores carreteras, con estaciones de servicio por todos lados y con muchísimas más comodidades que antes -hoteles, restaurantes, etc.

Siguen habiendo fiebres que los topa uno en carretera en sus montañeras y hasta acompañados eso si, con un pasajero humilde que no le importe cargar esa mochila por varias decenas, sino cientos de kilometros.

"Aterrizando" en el título, lo ideal para salir a comer kilómetros era contar con un par de compas con los que se pudiera convivir un par de días en carretera.

Así en principio eran grupitos pequeños de amigos, casi siempre vecinos con los que armaba uno un paseo, aunque existe una diferencia del ayer al hoy. En casi todos los casos el disfrute del viaje era secundario al destino y el que ir a hacer lejos de casa.

Hoy por hoy no, salimos porque queremos disfrutar de nuestras máquinas y el destino se ha vuelto el secundario, sin embargo con la llegada de los grupos "formales" de motociclismo recreativo el ser motociclista cambió.

El cilindraje aumentó, los modelos se expandieron y los grupos nacieron como tales y crecieron la cantidad de miembros en la mayoría de los casos sin ninguna cosa en común más que el gusto por andar en moto.

Los grupos tomaron un rumbo de volumen, entre más mejor, sin embargo la historia tiende a repetirse ya que aquellos grupos numerosos poco a poco han ido evolucionando desgranandose en otros, no me viene a la mente salvo un par por allí de grupos que no hayan tenido su "génesis" en otro de mayor tamaño, caso aparte sería el fenómeno del M-14 que rompió el esquema al crecer más que aquel que le dió origen.

Sin embargo aún en aquel con grandes cantidades de miembros siempre tienden volverse hacia adentro produciendo nuevos mini-grupos dentro del otro, lo cual es normal, máxime que siempre se buscara estar con gente afín, sea por gustos, por edad, por ubicación, osea aquello que tienen en común los mueve a mantenerse juntos.

De ahí que TODO DA VUELTAS y al final aquellos que en el pasado salían de ride con sus compas hoy por hoy lo vuelven a hacer aunque pertenezcan a estructuras más amplias, o como se ha dado en el último par de años se salen y terminan formando su propio grupo.

Sabias palabras de un amigo no tan sabio (J.S), los grupos van y vienen al final lo que quedan son los compañeros de carretera, aunque lo cambiaría personalmente por QUEDAN LOS HERMANOS QUE HACEMOS EN CARRETERA.